Círculo Vicioso



A pesar que le tomó años olvidarse de ella, fué un verdadero logro...

Al fín consiguió librarse de su imágen, eliminar los sueños vívidos en los que giraba alrededor de ella y olvidar ese maldito aroma a fresas con crema que desataba su cabello.
No la recordaba al despertarse, ni al verse reflejado en el espejo, ni al escuchar sus canciones favoritas, ni al comer pastel de queso, ni al fumarse un cigarrillo, ni al verse las manos, ni al comer en el restaurante donde cenaban juntos todos los viernes.
Ya no la miraba en los ojos de desconocidos, ya no la besaba en los labios de otras, ya no la desayunaba a diario junto a su café amargo. Ya no había nada en esta tierra que le evocara un solo pensamiento o una sola sensación que tuviera relación con ella.

Nunca - y me refiero a JAMÁS - la recordaba.

Y así, todo era perfecto...
Hasta que un dia por esas casualidades de la vida (que juicio propio: no deberían existir) se la encontró en la calle. El caminaba hacia ella y ella caminaba hacia el. Cuando al fín, después de unos segundos que parecieron una eternidad, estuvieron frente a frente y ella le sonrió solo por amabilidad - ese mismo tipo de amabilidad que la hizo decirle que lo quería cuando no era cierto, y que meses después la llevó a, amablemente, hacerle añicos el corazón -.
Como él ya la había olvidado, no la reconoció... y esa sonrisa - amable - en el rostro de ella fué una invitación que no podía rechazarse. Se enamoró de nuevo de ella.

P.S: Si, hay situaciones en la vida que se convierten -inevitablemente- en un círculo vicioso.

0 comentarios: