las dudas


La vida debería terminar cada día.

Mañana despertar y ser alguien más.
Pero no. Despierto cada día y es lo mismo. Despierto y me conoce la misma gente, y lo que es peor, conozco a la misma gente; el es el mismo...
Y me siento a veces triste, a veces tonta, a veces estrictamente un ser humano vacío.
Y salgo con amigas, y les repito lo tonto que se siente uno cuando no deja de pensar. Lo molesto que puede ser alguien simplemente por no ser como todos y dejar ir las cosas y personas con facilidad.
Y no hay ninguna razón para que la vida sea mejor de alguna manera, ninguna razón aparente, para que la simple existencia de este individuo sin importancia colectiva, valga.
Y entonces mi amiga me dice que talvez, al menos esa tarde de domingo sea mejor porque estamos ahí conversando.
Y mi tarde es llena por un par de paletas de fresa, un pájaro que mutó en un árbol, un caracol que sube escaleras y una casa a la cual entrás al revés.
Al menos por ese día, la vida tiene sentido.

0 comentarios: